Aguas Santafesinas S.A avanza con la ejecución de la nueva planta potabilizadora de agua que representa una inversión provincial superior a los 18 millones de pesos y que se estima estará en operación durante el primer semestre del año.
Esta planta en una primera etapa mejorará el servicio a 7.000 habitantes de barrio Los Troncos y sectores aledaños; luego incorporará en forma gradual a otros 10.000 habitantes de los barrios Juventud del Norte, Santo Domingo y Santa Marta, donde el municipio ejecutará las redes de distribución correspondientes.
El miércoles pasado llegaron al predio ubicado en calle Berutti al 8200 los primeros cinco tanques – fabricados en Esperanza – correspondientes a las instalaciones de esta planta.
Cada tanque tiene tres metros de altura y 2.20 de diámetro, una capacidad para 10.000 litros, y forman parte del sistema de filtros necesarios para cumplir con el proceso de potabilización que se aplicará en esta novedosa planta.
Las obras civiles, a cargo de la firma Aguas Procesos SA, tienen diferentes frentes de avance para el posterior armado y montaje de la planta de abatimiento de hierro y manganeso.
Además del correspondiente cerco perimetral del predio, se concretó el movimiento de más de 300 metros cúbicos de suelo, tanto para el alteo de un sector del terreno, como la excavación necesaria para alojar la cisterna de almacenamiento de agua tratada. Este movimiento de suelo equivale al transporte de 20 grandes camiones volcadores tipo “batea”.
Hasta el momento se efectuó una excavación de 70 metros cúbicos para ubicar una plataforma de 90 metros cuadrados de hormigón armado.
Allí se instalará una cisterna de almacenamiento de agua potable de 150.000 litros de capacidad, de cuatro metros de diámetro y 13 metros de longitud.
Ya se completó la construcción de otra plataforma de hormigón armado sobre la que estará ubicada la cisterna de agua cruda de 50.000 litros de capacidad. Allí ingresará el agua de las perforaciones que será sometida al tratamiento.
También se colocó un transformador de media tensión para alimentación eléctrica de la nueva planta.
Finalmente, la instalación está equipada con sala de cloración, sala de bombas y puesto de vigilancia.
El equipamiento de bombeo estará compuesto por tres electrobombas, dos operativas y una de reemplazo, los tableros eléctricos correspondientes para su funcionamiento y dispositivos de automatismos y telegestión ya que la planta será operada en forma remota desde el puesto de control de la planta potabilizadora de barrio Candioti.
El bombeo se realizará en forma “inteligente” de acuerdo a al demanda que reporten los sensores de presión que se instalarán en la red y una de las bombas tendrá arranque suave con variador de velocidad.
Por otra parte, la provisión de los componentes propios del tratamiento biológico al que será sometida el agua para su potabilización, estará a cargo de la firma Idear SA, empresa incubada en la Universidad Nacional de Rosario.
TECNOLOGÍA INNOVADORA
Los tratamientos de remoción de hierro y manganeso en el agua subterránea se realizan mediante un proceso de potabilización natural, teniendo costos muy bajos tanto en términos económicos por sus reducidos costos de operación y mantenimiento, como ambientales ya que no se utilizan productos químicos.
El hierro y el manganeso, aunque no representen un riesgo directo para la salud, son señales de advertencia cuando están presentes en el agua, ya que pueden provocar alteraciones en los sentidos como olor y sabor, manchas en la ropa y sanitarios, obstrucción de cañerías, etc. Pero la principal dificultad que presentan es que consumen el cloro de la desinfección, dejando el agua desprotegida frente a bacterias que sí son perjudiciales para la salud.
Las “bacterias del hierro” es común encontrarlas en pozos de agua, cisternas, redes de distribución en contacto con aguas que contienen hierro y manganeso, estas bacterias ambientales, favorecen la oxidación y precipitación de los elementos.
Por esa razón, la nueva Planta Potabilizadora Noroeste contará con una línea de tratamiento del agua subterránea a través de tecnología de biooxidación para remover las partículas de hierro y manganeso presentes en el agua cruda.